El aire frio del amanecer discurre por la ventana
entreabierta de la antesala. La piel desnuda de su cuerpo se estremece y los
cabellos castaños de su nuca se erizan. Un escalofrió recorre su espalda, sus parpados
lentamente se abren con desdén y pesar. Todo parece confuso y distante.
Sentado, con la
cabeza apoyada en el borde del sofá, su mirada borrosa vislumbraba el despertar
de un hogar extraño, sin entender los sentimientos alojados bajo su paladar,
sin reconocer en que momento olvido las líneas de su personaje.
El leve sonido de unos pasos atraviesa el pasillo, una
delgada figura se detiene en el umbral de la antesala observándolo mirarle sin
expresión de alegría o pena, solo el vacío de quien aún permanece en la
penumbra, impávido.
Creyéndose en un sueño, ve la silueta de una muchacha aproximarse
entre las difusas sombras. Siente como ella se posa sobre sus piernas y
utilizando su peso lo transforma en su prisionero. Sin desear liberarse, yace
sujeto bajo sus caderas perdido en sus hermosos ojos de tinte esmeralda.
Ella toma con sus dedos el contorno de su rostro, la
tibieza de su tacto despierta sus sentidos, su aroma le es familiar, su corazón
palpita sintiendo su temor, notando su anhelo. La punta de su nariz roza la
suya inquieta, puede observar en el reflejo de sus retinas su boca.
Un cálido beso, capaz de transpórtalos a un sentir donde
solo existe ese instante, un dulce movimiento dueño de todo destino futuro. Se
distancian percibiendo la humedad en sus
labios, distinguiendo el brillo que los cubre.
Los primeros rayos de luz entran en la habitación
iluminando las bellas facciones de la muchacha, permitiendo que sus ojos
observen como las pequeñas motas en el aire circulan en rededor de su rostro,
sin tocarla, acompañando su respiración como la marea del océano más yermo y
calmo.
Su expresión hace que él se estremezca. Está asustada y
enamorada. Espera una respuesta.
El rubor coloniza a sus mejillas, tímido, por vez
primera sonríe vulnerable.
Hay sueños que juegan con la realidad y entremezclan la
fantasía. Son aquellos, el escenario donde todos deseamos estar.
1 comentario:
Muy bella descripción, desprende delicadeza y calma. Sin duda esos sueños son aquello por lo que vale la pena mantenerse despierto^^
(se echaba de menos leerte)
un abrazo
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